JUEGÁLISIS: BLASPHEMOUS
En 2010 se fundó la compañía de videojuegos indie española The Game Kitchen y nueve años después sacaron su primer videojuego, Blasphemous, el cual se convertiría en su gran éxito gracias a su combinación de mecánicas a lo metroidvania y soulslike y su estilo artístico inspirado en la Semana Santa del sur de España (principalmente Sevilla) y las obras de Francisco de Goya.
La historia nos lleva al continente de Cvstodia, donde una maldición conocida como el Milago, la cual maldice y bendice a partes iguales, ha caído sobre esta y sus habitantes. Embutidos en la armadura del Penitente, el último miembro conocido de la Hermandad del Lamento Mudo, tendremos que hacer frente a un Via Crucis personal en el que buscar el origen de nuestra angustia y acabar tal vez no sólo con esta sino también con la que atenaza a todo el mundo.
La historia de Blasphemous tiene muchos matices profundos y un folklore propio que respira de lo vivo que está. La simbología, iconografía y aspecto religioso de la sociedad de Cvstodia están clara y fuertemente inspirados en el catolicismo romano como ya hemos dicho antes y se nota a cada paso que damos por el mundo y con cada pedazo de lore que descubrimos sobre esta a través de los objetos y mejoras que recojemos a lo largo de nuestra partida.
Las personas de Cvstodia llevan una vida donde todo está relacionado o unido de alguna manera al Milago, al cual consideran básicamente su dios. Hay personas deformadas por su voluntad, gentes que viven acorde a este o figuras tan trastornadas o trastocadas por el Milagro que prácticamente cuesta ver el por qué de semejante fervor religioso. En las misiones secundarias que descubres explorando el juego verás a penitentes arrastrándose por el suelo o personas adorando a gente que sufre un dolor sin fin como santos de una iglesia. Curanderos que luchan por mantener con vida a sus pacientes y jóvenes trastocados por la muerte de seres queridos. Hasta los enemigos y monstruos a los que nos enfrentamos se han visto afectados de alguna manera por los efectos del Milagro y no puedes sino preguntarte¿Por qué?
¿Por qué tanto fervor? ¿Por qué tanta fe por una maldición que trae desgracias, dolor o muerte?
No puedo hablar en profundidad sobre el tema de la religión al ser ateo y tener poco o hasta casi nulo conocimiento sobre muchos aspectos sobre la religión católica en la que se basa el trasfondo de este juego, pero desde mi punto de vista (y estoy seguro que no soy el único) siempre ha habido algo terrorifico sobre la religión, en especial en todo lo relacionado al mundo de la penitencia y la imagen de Dios, el Cielo y el Infierno. Pues bien, ese mismo miedo se muestra aquí usando como referencia, como ya dije, las obras del gran artista español Francisco José de Goya y Lucientes, uno de los grandes artistas españoles de su época.
Aunque bien visto, a mi parecer las obras de Goya se volvieron más turbias y oscuras después de volverse este sordo. No puedo ser el único que se quedó trastocado después de ver en vivo Saturno devorando a un hijo en el Prado y pensar en lo mucho que quería irme ante lo incómodo que estaba en presencia de sus obras (puede también que parte de ello se deba a que estaba a mi parecer en el lugar más oscuro de todo el museo, la verdad).
Todo ese mismo sentimiento se ha intentado trasladar lo mejor posible a este juego; los enemigos comunes y los jefes finales dan miedo, angustia y consternación por sus deformes cuerpos, gestos guturales y sonidos desgarradores. E incluso con todo esto se nota muy fuerte la inspiración en el manga de Berserk en ciertos detalles como un objeto llamado Corazón Carmesí de un Miura al cual en su descripción también lo llaman Huevo del Soberano y tiene un aspecto con forma peculiar. Los que entienden, entienden.
Dicho todo esto, voy a hablar sin tapujos: ¿es Blasphemous un buen juego? Si, sin dudarlo ¿Que es exigente? También ¿Que te demanda mucho? Sin duda. Pero esas son las cosas que hacen un soulslike de calidad y son juegos como este y Hollow Knight (al que ya dedicaré una reseña en otro momento) los que han hecho que me haya acabado volviendo aficionado a este tipo de videojuegos, los que me han animado junto a otros títulos como Sekiro: Shadows Die Twice a desafiar no sólo al programa sino también a mí mismo para intentar superarme como gamer.
Creo sinceramente que estamos ante un futuro juego de culto, de esos que tienen el potencial de hacer historia. Entre su historia, personajes, contenido y posteriores DLC's (Stir of Dawn y Wounds of Eventide) además de su reciente secuela, este tiene el potencial de ser uno de esos títulos para la posteridad y creo que todos deberían conocer la obra de The Game Kitchen hasta decir basta y un poco más.
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