JUEGÁLISIS: HOLLOW KNIGHT

En 2017 salió el juego que me haría redescubrir mi amor por el metroidvania más clásico (además de ser un motivo para que quiera conseguirme el nuevo Metroid Prime de marras), pero no sería sino hasta un tiempo después que finalmente lo completaría. Si habéis leído mi reseña de Blasphemous creo que recordaréis que os prometí una reseña también de este juego. Y que también sabréis de mi amor por los soulslike (soy así de masoquista, qué le vamos a hacer) y los metroidvania gracias a estos.

Sé que a día de hoy la gente está hablando más bien de su secuela/precuela (o lo que sea que salga primero al final), Silksong, pero mientras todavía esperamos por ella, ¿qué tal si vemos el material orignial de Team Cherry? Total, ¿qué son un añito más o un añito menos a la espera del juego que no llega?

La historia nos lleva al lejano y derruido reino de Hallownest, otrora lugar donde existía un poderoso reino que unió todos los pueblos bajo un sólo gobierno con el liderazgo del Rey Pálido. Un buen día, sin embargo, las cosas se van al traste y el reino cae en el olvido salvo por los susurros relacionados con el sacrificio del último gran héroe que vivió en Hallownest: el Caballero Hueco. Metidos en la piel de un anónimo Caballero, tendremos que recorrer este lugar caído en desgracia para poder descubrir su historia y llegar al fondo de lo que aconteció en él a la espera de cumplir una misión de la cual aún no somos del todo conscientes...

Al igual que con Blasphemous, Hollow Knight es un metroidvania-soulslike en el que avanzaremos por un complejo y amplio mapa mientras descubrimos en distintos objetos, a través de conversaciones con otros personajes o mensajes escritos en piedra todo el lore que esconde este mundo. En Hollow Knight nos encontramos personajes que han sufrido, que han perdido o simplemente intentan seguir adelante por muy difícil que parezca en un mundo roto por las acciones de un rey y las creencias de sus habitantes. Todos los habitantes de este mundo tienen una historia que contar y vas a querer oirlas todas: desde el anónimo Viejo Insecto de Bocasucia, el peregrino explorador Quirrel o el egocéntrico Zote pasando por el viajero vendedor de mapas Cornifer o la misteriosa co-protagonsita Hornet.

Y es que más allá de jugar una historia que te van contando, el concepto principal de Hollow Knight es descubrirla. Descubrir cómo llegó Hallownest de ser un poderoso imperio que abarcaba desde el pueblo más humilde hasta la orgullosa tribu guerrera de las Mantis pasando por las mayores profundidades para acabar cayendo en desgracia y las consecuencias que tuvo para todos sus habitantes. Descubrir cuál es nuestro papel y nuestro trabajo en este lugar caído en desgracia. Descubrir el secreto detrás de cada rincón de Hallownest, sus tesoros, peligros, magias y misterios.

En lo referente al estilo de juego, como ya he mencionado este es un híbrido soulslike-metroidvania con un estilo difícil y exigente pero justo a su manera. Para poder atravesar este enorme mundo, sobrevivir a sus jefes y enemigos y poder llegar al final de la historia tendremos que recurrir a un sinfín de artilugios, magias y habilidades. Y para eso necesitaremos volcar muchas horas en nuestra partida: mejorar nuestro aguijón, desbloquear técnicas de espada, conseguir magias y amuletos... Y para todo ello mi mejor consejo es que exploréis y lo hagáis bien y mucho. Yo, sin ir más lejos, tuve que desmembrarme la cabeza para conseguir la Lágrima de Isma para que los cientos de lagos ácidos del juego dejaran de matarme cada vez que me caía en ellos por accidente, pues es necesaria para avanzar en cierto momento del juego. Otra cosa que me recuerda mucho a los soulslike es esa constante de no contarte nada sobre lo que pasa en la historia o cómo lograr avanzar en cierto punto. Búscate la vida, colega.

Desde mi punto de vista, Hollow Knight lo hizo primero y asentó las bases para este género híbrido en el que se basaría luego The Game Kitchen para crear uno de mis juegos modernos favoritos, asi que mis dieces a este juego.